ALQUILER DE OBRAS DE ARTE

¿Por qué alquilar arte? Es sofisticado: el arte contemporáneo proyecta una imagen corporativa dinámica y sofisticada. Disponemos de un amplio catálogo de cuadros, esculturas, fotografías y grabados, y contamos con más de 450 artistas. Además, las obras de arte crean un ambiente estimulante para los empleados. Es rentable: puede disfrutar de una obra de arte original de un artista de renombre y es un gasto deducible fiscalmente para las empresas. Es flexible: el contrato de arrendamiento permite cambios y adquisiciones, y es cómodo: FLECHA se encarga desde el estudio de proyección hasta la instalación.


DECORACIÓN DE OFICINAS CON ARTE

Añada al alquiler de obra de arte nuestro servicio integral y gratuito de Asesoramiento: selección de obra, producción e instalación. Periodo de prueba de 15 días.


REGALOS DE EMPRESA

A través de nuestro servicio de asesoramiento gratuito le ayudaremos a elegir, diseñar y producir el regalo perfecto para sus empleados o clientes. Más de 450 artistas y un amplísimo catálogo de obras con precios muy competitivos. Su producto, su sede, logo, claim, etc. convertidos en obra de arte.


¿Está interesado? contáctenos

llámenos 91 603 36 26

91 603 36 26

flecha@flecha.es

flecha@flecha.es

¡Muchas gracias!. Nos pondremos en contacto contigo lo antes posible.

Jorge Castillo
Pontevedra, ES

Biografía

José Castillo Casalderrey nace en Pontevedra en 1933. Pasa su infancia en Argentina, debido a que su padre, negociante y viajero, tuvo que radicarse por razones políticas y donde fallecería en plena Guerra Civil Española. Desde sus primeros años ya dibujaba incansablemente, realizó una serie de ilustraciones inspiradas en los relatos de "Corazón", de Edmundo de Amicis, libro en aquellos años de divulgación considerable. Fue un irregular estudiante, inicia trabajos manuales y escribe relatos. Un accidente callejero le lleva a trabajar en una industria mecánica, donde aprende dibujo técnico. Comienza a conocer la pintura contemporánea y lee incansablemente. A partir de 1950 se dedica intermitentemente a la pintura y traba amistad con gallegos notables residentes en Buenos Aires, como Laxeiro, Manuel Colmeiro Guimarás y Luis Seoane. Permanece en la Argentina hasta 1956, año en que viene a España y cumple el servicio militar en Zaragoza, donde parovecha el tiempo libre para pintar. En 1958 traba amistad con Juana Mordó, entonces a cargo de la Galería Biosca. Se relaciona con artistas españoles de renombre. Extiende inicialmente su nombre a París y fija residencia en Barcelona, donde se casa en 1961 y enviuda dos años más tarde. Se instala en París y conoce a la italiana Marienza Binetti, quien durante años ejercerá una intensa influencia en el artista, y a la que retrata incansablemente. Su obra se abre caminos en toda Europa y en Nueva York en los años finales de la década de los sesenta. Su tríptico de grandes dimensiones titulado "Palomares", sobre el incidente de la bomba atómica perdida por los norteamericanos en aguas del bajo Mediterráneo, alcanza fama mundial. En 1969 es invitado a residir y trabajar durante un año en Berlín, donde realiza numerosas pinturas, grabados y esculturas. En los años sesenta la fama de Castillo se consolida, y sus exposiciones se producen en las principales galerías del mundo, lo que da lugar a que escriban sobre Castillo los más importantes críticos. En 1977 aparece la primera monografía sobre el artista gallego, escrita por Werner Haftmaum. En 1982 se vincula a la célebre galería Marlborough, árbitro del arte contemporáneo en Estados Unidos. Nuevas monografías en diversos países entre ellas la escrita por Carter Ratcliff. Sus esculturas se emplazan en lugares públicos de las ciudades más importantes del occidente europeo. En España se consagra definitivamente con la publicación de la citada monografía de Ratcliff por ediciones La Polígrafa. Adquieren obra suya importantes museos, como el Guggenheim de Nueva York, donde al artista fija su residencia y tiene un amplio estudio. En su ciudad natal, Pontevedra, se le dedica una sala especial durante la celebración de la Bienal, en 1988. La citada galería neoyorkina y el Meadows Museum de Dallas, Texas, le dedican grandes exposiciones que se repiten en Barcelona y Santiago de Compostela durante el año 1990. La obra de Jorge Castillo figura en museos de todo el mundo, desde Estados Unidos a Jerusalén. Compostela será sede de su museo permanente, por acuerdo del artista con la Xunta de Galicia y el Ayuntamiento de Santiago. Se aproxima al surrealismo, del que parten muchas de sus creaciones, aunque también está cerca, a veces, de un cierto hiperrealismo muy personal. Hay una etapa puramente testimonial, auque subjetivizada, en sus cuadros de Nueva York, donde la perspectiva de las arquitecturas gigantes de esta urbe es disculpa para ejercicios plásticos inconfundibles. Tanto como su pintura importan su escultura y su obra gráfica, probablemente el aspecto que lo ha divulgado más en ámbitos internacionales.
Leer más

Trabajos de Jorge Castillo